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  • El candidato de Morena pretende lucrar con lo que es del pueblo de Coatzintla
  • Un familiar se apropia de predios del pueblo y ahora los quiere donar el muy “inocente”

Coatzintla, Ver. – La indignación ciudadana no se ha hecho esperar luego de que el candidato de Morena a la presidencia municipal de Coatzintla, Jorge Alanís Monterrubio, difundiera un video en el que presume “donar” un terreno ubicado en la calle Miguel Hidalgo, supuestamente como un acto de buena fe en beneficio del municipio.

Este terreno no le pertenece a Jorge Alanís, ni mucho menos a título personal. Se trata de un predio que históricamente ha sido del pueblo de Coatzintla, y que en el año 2006 fue adjudicado de manera arbitraria a Pedro Alanís Rodríguez, su tío.

Desde entonces, los vecinos han denunciado la apropiación indebida de ese espacio que conecta diversas colonias, y que debería servir al interés común, no al capricho ni a los negocios de unos cuantos.

Ahora, en plena campaña, Jorge Alanís busca vender una imagen de benefactor con un supuesto acto de “donación” que en realidad no es más que un intento burdo de disfrazar una devolución obligada como si fuera un gesto noble. No se puede donar lo que ya pertenece al pueblo. Lo que corresponde, con justicia y legalidad, es liberar ese terreno, no lucrar políticamente con él.

Una burla más: atenta contra áreas verdes y espacios públicos

Vecinos y vecinas de la zona, muchos de los cuales han sido testigos directos de estos atropellos, denuncian también que el proyecto de Jorge Alanís ha estado vinculado a la invasión de áreas verdes y al deterioro de la infraestructura pública. Lo que hoy presenta como un “acto de justicia social” es, en realidad, la continuación de una larga cadena de abusos y despojos. Así lo dijo una vecina que ha vivido más de 20 años cerca del terreno de Alaro.

La calle Miguel Hidalgo, que debería servir como vía de conexión entre colonias, ha sido cercada, obstruida y manipulada para favorecer intereses privados.

La bodega Alaro y el fraccionamiento cerrado colindante han sido puntos críticos en esta trama, donde los espacios públicos han sido invadidos sin que las autoridades lo impidan.

Los hechos están documentados. Vecinos cuentan con fotografías, videos, y hasta 500 firmas que respaldan la exigencia de que se devuelva lo que es del pueblo. Las pruebas tienen fecha y hora: muestran claramente cómo se ha cercado el paso, cómo se ha negado el derecho de tránsito, y cómo se ha intentado encubrir todo esto con un discurso político oportunista.

¿Quién miente? ¿Quién engaña?

La ciudadanía merece respeto, no simulaciones. No se necesita ningún perfil falso para decir la verdad: el pueblo de Coatzintla no es tonto y no se deja comprar con mentiras ni con falsas promesas. Este no es un asunto de partidos. Es un asunto de justicia.

Jorge Alanís Monterrubio no está donando nada. Está intentando colgarse de una propiedad que no le corresponde para ganar simpatías, ocultando los abusos cometidos en el pasado por su familia. Hoy más que nunca, Coatzintla necesita representantes honestos, no oportunistas que se aprovechan de la memoria corta y la necesidad del pueblo.

Abramos los ojos

Es momento de abrir los ojos y defender lo que es nuestro. La calle Hidalgo debe servir al pueblo, no a los intereses de unos cuantos. No se trata de donar: se trata de liberar lo que nunca debió ser cercado.

Coatzintla merece la verdad. Y la verdad siempre se abre paso, aunque algunos intenten taparla con discursos bonitos.